El dólar estadounidense está perdiendo terreno como moneda dominante en el comercio mundial y la finanza. Aunque aún sigue siendo la principal moneda de reserva, su participación ha disminuido gradualmente y el uso de otras monedas, como el euro, la libra esterlina, el yen japonés, y monedas de economías más pequeñas como el dólar canadiense y australiano, la corona sueca, el won coreano y el renminbi chino, ha aumentado. La iniciativa de “dedolarización” (reducción de la dependencia del dólar) ha llevado a una disminución del comercio global en dólares. Mientras que se espera que el dólar siga siendo la moneda principal para el comercio internacional y las transacciones financieras, su dominio se debilitará a medida que más países busquen alternativas para diversificar sus reservas. Países y regiones como China, Rusia, Brasil, Argentina, India, Sudáfrica, Oriente Medio y el sudeste asiático han intensificado sus esfuerzos para reducir su dependencia del dólar en el comercio y están explorando alternativas.
Brasil y China han firmado un acuerdo bilateral para utilizar el yuan en lugar del dólar en sus acuerdos mutuos, creando una cámara de compensación offshore para facilitar el comercio bilateral. Este movimiento tiene como objetivo reducir el tiempo y el costo de los pagos, eliminar a los intermediarios y aumentar la liquidez del yuan en el mercado local de Brasil. La conversión del yuan en reales será más rápida y menos costosa como resultado del acuerdo. Este es el primer paso real hacia la implementación del deseo de los países miembros de los BRICS de reducir el uso del dólar estadounidense en acuerdos mutuos. China es actualmente el mayor socio comercial de Brasil, y el volumen de comercio entre los dos países en 2022 ascendió a 150 mil millones de dólares.