¿Por qué China Compra Deuda de EE.UU. y Qué Significa para la Economía Global?
¿Sabías que China posee una parte significativa de la deuda de Estados Unidos? A junio de 2024, China tiene en su poder $780.2 mil millones en bonos del Tesoro de EE.UU., lo que representa aproximadamente el 10.3% de la deuda nacional estadounidense. Esta situación plantea una pregunta intrigante: ¿qué sucedería si China decidiera vender toda su deuda estadounidense? ¿Podría esto desencadenar una crisis económica? Vamos a desglosar cómo esta relación económica beneficia a ambas naciones y qué riesgos implica.
1. El Motivo Detrás de la Compra de Deuda China invierte fuertemente en bonos del Tesoro de EE.UU. para mantener bajo el valor de su moneda, el renminbi (RMB), y así asegurar que sus productos sigan siendo competitivos en el mercado internacional. Al comprar dólares con sus excedentes comerciales, China evita que su moneda se aprecie, lo que encarecería sus exportaciones.
2. La Estrategia de Crecimiento de China China ha adoptado una estrategia de crecimiento liderada por las exportaciones para generar empleos y mantener activa a su vasta población. Esto depende de mantener el RMB más débil que el dólar, lo que significa que las intervenciones del Banco Popular de China en el mercado cambiario son cruciales.
3. Acumulación de Reservas en Dólares Al mantener un tipo de cambio favorable, China acumula grandes cantidades de dólares como reservas de divisas. A junio de 2024, China tiene aproximadamente $3.2 billones en reservas de divisas, lo que le permite invertir en bonos del Tesoro de EE.UU., considerados como uno de los activos más seguros.
4. Riesgos Potenciales de Vender Deuda Aunque algunos analistas temen que China podría “armar” sus tenencias de deuda, vendiendo grandes cantidades para perjudicar a EE.UU., esto es poco probable. Tal acción no solo dañaría a la economía estadounidense, sino que también elevaría el valor del RMB, perjudicando a la propia economía china al hacer sus exportaciones más caras.
5. Dependencia Mutua Aunque la relación entre EE.UU. y China está marcada por rivalidades geopolíticas, ambos países están en una situación de interdependencia económica. China necesita mantener su economía impulsada por las exportaciones, mientras que EE.UU. se beneficia de los precios económicos de los productos chinos. Esta relación simbiótica es beneficiosa para ambos, a pesar de las tensiones subyacentes.
A pesar de las preocupaciones sobre la creciente deuda de EE.UU. y su dependencia de China como acreedor, la realidad es que esta relación económica es una especie de “gana-gana” para ambos países. China asegura un mercado masivo para sus productos, mientras que EE.UU. disfruta de bienes a precios competitivos. Así, aunque hay riesgos teóricos en esta relación, los beneficios mutuos hacen que sea improbable que China tome medidas drásticas como la venta masiva de su deuda estadounidense.